Una parte muy importante en el cine es la ambientación, los decorados, todo aquello que sumerge al espectador en la historia. Además, hay películas que se enmarcan en una época concreta y la decoración entonces adquiere especial relevancia. A continuación, ofrecemos tres ejemplos en los que la decoración hace entender mejor la época en la que se enmarcan.

'Gran Hotel Budapest'

Si hay un director que presta gran atención a la decoración en sus filmes, ése es Wes Anderson. En la película de ‘Gran Hotel Budapest’, hace un repaso a la arquitectura y el diseño que localiza la acción en un hotel boyante del periodo de entreguerras. Los colores, las puestas en escena teatrales y la proliferación de muebles vintage se funden con las artes decorativas, destacando el Art Nouveau alemán o las delicadas artes aplicadas japonesas.

La exuberancia parisina

El burlesque y el cabaret brillan en la cinta ‘Moulin Rouge’. La escenografía teatral, los aires orientalistas y el rojo intenso son algunos de los elementos con los que se logra transmitir tanto la psique de los personajes como el emblemático local que da nombre a la película. Aun con sus anacronismos, la película consigue capturar el frenesí, las fiestas y el ambiente de exceso del Montmatre de principios del siglo XX.

Un transatlántico histórico

Para la película ‘Titanic’ se reprodujeron los camarotes y la mayoría de los objetos del transatlántico original. La decoración hace un recorrido por el estilo Imperio, a destacar la majestuosa escalera de las zonas comunes o algunos de los lujosos dormitorios. Pero lo más notable es el uso de la decoración para plasmar el conflicto y la situación clasista de la época, donde el lujo se reservaba para los más pudientes y las zonas menos nobles estaban destinadas para los que viajaban en tercera clase.