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París, mundialmente conocida como la capital de las artes, es una de las ciudades más atractivas del mundo. Esto es debido a su importante patrimonio cultural. Los talleres de artistas siguen floreciendo en la metrópoli pasando del barrio de Montparnasse hasta la famosa calle Rivoli.
2, Passage de Dantzig – Paris 15
En 1900, una vez que el escultor Alfred Boucher se convirtió en uno de las personas más famosas y empoderadas de Francia, decidió ofrecer un refugio a aquellos artistas que carecían de vivienda. Adquirió un terreno de 5.000 m2 e instaló el pabellón de vino de la Gironda, diseñado por Gustave Eiffel, que compró en una subasta. Alfred Boucher hizo construir talleres alrededor del edificio principal, caracterizado por tener una forma de colmena. La Ruche, proclamada como monumento histórico, ha acogido un gran número de artistas prestigiosos como Blaise Cendrar, Fernand Léger, Chaïm Soutine y Marc Chagall. Actualmente, unos cincuenta artistas residen en “la Colmena” y comparten una sala colectiva donde se realizan exposiciones y reuniones.
19, Rue des Frigos – Paris 13
Les Frigos de París es un centro cultural situado en el distrito 13. El edificio fue originalmente un almacén frigorífico de la Compañía de Ferrocarriles de París a Orleans. A partir de los años 80, tanto artistas como artesanos, atraídos por la calidad de su aislamiento térmico y acústico, se apoderaron de la estructura, que estaba entonces en desuso. Algunos okupas, como Jérôme Mesnager o Dominique Fury, establecieron allí sus talleres artísticos. Sin embargo, los sucesivos ocupantes no tardaron en firmar acuerdos de ocupación y pagar el alquiler. Detrás de los grafitis y el aspecto ruinoso del bloque se esconde un verdadero espacio artístico. Este lugar, tan oculto y misterioso, se puede visitar durante las jornadas de puertas abiertas y las exposiciones.
59, Rue de Rivoli – Paris 1
El edificio, gran vivero de artistas, está situado en una de las calles más célebres de París, de la cual se ha atribuido el nombre. A finales de 1999, el inmueble de seis pisos fue abandonado por un gran banco y por el estado francés. Seguidamente, el espacio fue catalogado como una edificación “okupa” que acogía a una treintena de artistas procedentes de todo el mundo. Dos años después, los artistas pudieron legalizar su actividad.
Hoy en día, pintores, escultores y muralistas ocupan este espacio todas las semanas, ofreciendo al público una variedad de creaciones en un marco único y con diversas técnicas que a menudo se mezclan. Todos ellos consiguen crear un ambiente artístico ecléctico. Además, el “edificio 59 de Rivoli” ofrece un contacto directo con la obra y el artista de manera gratuita.
Grandes esculturas y garabatos enigmáticos diferencian la fachada creando a su vez un lugar mágico en pleno centro de París. Tras recibir 50 000 visitantes durante el primer año, se ha convertido en el tercer centro cultural de la capital, por detrás del Centro Pompidou y el Jeu de Paume.